Olympia 1863

El lienzo exhibido en el Salón de 1865, muestra una mujer desnuda en una postura que que recuerda a las obras de Tiziano.
En primer lugar la modelo desnuda de Manet clava la mirada al espectador sin sonreir, con aire desafiante. En segundo lugar lleva unas zapatillas de tacón alto y una cinta negra en torno al cuello, objetos que enfatizan su desnudez, No se trata de una Venus reclinada sino de una prostituta. Una sirvienta negra emerge de las sombras le lleva un ramo de flores de parte de un cliente, pero la mujer no se muestra complacida.
A los pies de la cama hay un gato negro, símbolo tradicional de la actividad sexual. A pesar de tratarse de un gesto convencional, el motivo por el cual la mujer se cubre con la mano no tiene nada de casto, el observador, al que le corresponde el papel de cliente, no ha pagado por verla.